Lo primero que hicimos fue apilarlos, lo que puso a prueba nuestros músculos...
Durante un fin de semana recogimos los residuos que generamos en casa, es decir, todos los papeles, envases, plásticos, todo lo que se tira a la basura y que no fueran residuos de comida, osea, residuos no orgánicos. Lo que cada uno trajimos lo pusimos en el suelo. Parecía que lo de cada uno era poco, pero la verdad que cuando lo ves todo junto impresiona. Sólo recogimos los residuos de dos días, pero esto nos ha ayudado a pensar en la cantidad de residuos que se generan en una ciudad tan grande como Casablanca cada día. Con todos los residuos, hicimos pequeños montones, separando los distintos tipos. Los más abundantes eran los envases de plástico, sobre todo envases de bebidas, de yogures y muchas, muchas bolsas ... 
Después de analizar y seleccionar nuestro residuos los fuimos metiendo dentro de los neumáticos. Como sobresalían, tuvimos que empezar a pisarlos para compactarlos y que pudieran caber dentro de las ruedas. Al principio no nos atrevíamos, pero al final resultaba divertido. Te das cuenta de que los residuos tienen mucho volumen y que hay que aplastarlos bien para que no ocupen tanto.
El problema para hacer que todos nuestros residuos pudieran caber dentro de los neumáticos es parecido al problema que tienen que solucionar en los vertederos con todo lo que tiramos cada día.
Tras rellenar todos los neumáticos con nuestros deshechos, unos obreros los terminaron de rellenar de arena y les echaron una capa de cemento encima. Se tuvo que quedar así una semana para que se secara bien.
Para terminar el taller tuvimos la colaboración de la profesora de plástica. Con ella decoramos los bancos hechos con las ruedas.
La verdad es que ha sido un trabajo muy interesante en el que hemos participado distintos grupos tanto de primaria como de secundaria.
Y además, ahora tenemos un sitio donde sentarnos en el patio que nos recuerda nuestro compromiso con mejorar nuestro entorno.
